El 5 de noviembre de 2017, casi perdida entre las notas y muchos reportajes fruto de un intenso periodismo investigativo que documentan con precisión una cadena casi inacabable de numerosos hechos de corrupción, promesas rotas, soberbia y prepotencia, histrionismo y simulaciones cometidos en el estado de Chihuahua desde que el yanqui texano Javier Corral empezó a gobernar el estado, apareció publicada la siguiente nota periodística que revela cómo aviones para uso exclusivo de asuntos oficiales terminaron siendo usados en el estado de Chihuahua por Javier Corral y sus familiares cercanos para viajes de placer (no hace mucho, Javier Corral desde varios foros había atacado y condenado despiadadamente éste tipo de abusos de poder que son infames cuando los cometen otros, pero que no tienen nada de malo cuando es el mismo Javier Corral el que incurre en éste tipo de prácticas corruptas):
El gobernador del Estado, Javier Corral, habría utilizado el avión King Air de la flota estatal para las vacaciones que tomó del 29 de diciembre de 2016 al 2 de enero de 2017; según la bitácora de vuelo de la aeronave, dada a conocer en un informe a través de la Plataforma de Transparencia.
La bitácora, en la que se omite la hora de despegue y aterrizaje, establece que el 29 de diciembre Javier Corral, su esposa, Cinthia Chavira, y el jefe de la escolta del mandatario, Juan Manuel Escamilla, abordaron la aeronave King Air 350 modelo 1997 matrícula XC-CHI con capacidad para ocho pasajeros y dos tripulantes, el 29 de diciembre con destino a Mazatlán, Sinaloa.
La fecha coincide con el inicio de las vacaciones del gobernador de las que informó el coordinador de Comunicación Social, Antonio Pinedo.
Lo mismo sucede con el vuelo del 2 de enero, que se precisó como la fecha del regreso a las actividades del jefe del Ejecutivo.
El vuelo de Javier Corral al estado de Sinaloa, donde el mandatario ha dicho que tiene una casa de descanso, se dio tan sólo unos días antes del anuncio de austeridad en el que el mismo gobernador dijo que “los vehículos propiedad del Gobierno del Estado, no podrán ser utilizados para fines personales, ni partidistas”.
“Los viajes que se autoricen deberán contar con plena justificación de su traslado. Las y los funcionarios y servidores públicos privilegiarán sus encuentros, consultas y gestiones fuera del territorio del estado, utilizando los medios alternos a través de las tecnologías de información y comunicación, como videoconferencias, correo electrónico, telellamadas, etc”, precisa el punto 14 del acuerdo de austeridad que el mandatario emitió el 19 de enero de este año.
Costo comercial es de casi 130 mil pesos
De acuerdo con la bitácora, el primer vuelo que hicieron los tres tripulantes tuvo su origen en Ciudad Juárez el 29 de diciembre teniendo como pilotos a ‘M. Molinar y D. Molinar’ con destino a Mazatlán Sinaloa, y el tiempo del traslado fue de 2 horas con 20 minutos, asienta el informe.
El segundo, realizado el 2 de enero, salió de Mazatlán a Chihuahua y tuvo una duración de 1 hora con 25 minutos. Sumados, dan un tiempo de 3 horas con 45 minutos.
En consulta hecha a la empresa Aero Bahías, especializada en renta de vuelos privados, se supo que el costo que tiene un avión de las características del King Air, es de mil 800 dólares por hora.
Esto significa que, a nivel comercial, ambos vuelos habrían tenido un costo de 6 mil 750 dólares, equivalentes a 128 mil 250 pesos, considerando un tipo de cambio de 19 pesos por dólar.
No figuran otros viajes de descanso
La bitácora de vuelo de las aeronaves fue emitida por el Gobierno del Estado en respuesta a una solicitud de información correspondiente al 19 de octubre de este año, con el folio 111382017, en la que se incluyó un archivo con los vuelos realizados por Javier Corral y los vuelos del exmandatario César Duarte.
El informe abarca el período del octubre de 2016 a octubre de 2017, para el caso de Corral, y de octubre de 2010 a octubre de 2016, en lo que toca a Duarte.
En el listado de los vuelos que hizo Corral en su primer año de gobierno no figuran otros viajes a destinos a los que el mandatario visitó con motivo de vacaciones o días de asueto, como los días descanso que informó que tomaría en julio o los que tomó en Semana Santa.
Furioso, a más no poder, el yanqui texano gobernador de Chihuahua arremetió duramente en contra del medio de comunicación por haberlo exhibido y haberle puesto al descubierto su uso ilegal de recursos públicos, un avión oficial usado para viajes de placer con fines personales meramente personales. Pero cuando se dió cuenta de que estaba acorralado por las pruebas documentales recopiladas por los periodistas investigadores, no le quedó más remedio al corrupto político que aceptar la veracidad de los reportajes periodísticos., pero no sin antes instruír a su vocero de que "justificara" el viaje afirmando que el avión oficial sólo había sido usado para
un fin de semana largo.
Además del viaje de placer en sí llevado a cabo a expensas de dinero salido de los bolsillos de los chihuahuenes, lo más interesante es el estado al cual hizo Javier Corral su viaje, precisamente el estado que alberga en México a uno de los cárteles de drogas más poderosos del continente americano.
Hasta los más entusiastas simpatizantes (en aquél proceso electoral llevado a cabo en Chihuahua en 2016) del yanqui texano Javier Corral se quedaron estupefactos al comprobar que en vez del "valeroso y honesto" político por el cual creían haber votado lo que se tenía ejerciendo el poder en Chihuahua era poco menos que un cobarde corrupto que no duda un solo momento en esconderse como una asustada niña chiquita cuando no tiene un buen argumento con qué responder ante señalamientos comprometedores y contundentes que lo exhiben como el demagogo farsante que siempre ha sido:
Correlón y Mentiroso
Se esconde Corral en su oficina para no ser entrevistado por su viaje de placer a Mazatlán
LaPolaka.com
6 de noviembre de 2017
El gobernador Javier Corral hizo oídos sordos a reporteros, al solicitarle una entrevista cuando terminó la reunión de Seguridad que realiza cada semana en esta frontera.
Corral salió a despedir al Fiscal General, César Peniche; al jefe de la Policía Estatal, Óscar Aparicio y al Fiscal de Juárez, Jorge Nava, pero se escabulló de los periodistas que lo esperaban.
Cuando los comunicadores le hablaban hizo que no escuchaba y les dió la espalda de inmediato, para salir a toda prisa de nuevo al despacho.
Corral evitó ser cuestionado sobre su último escándalo político por el uso de aviones oficiales para vacacionar en Mazatlán con su esposa y guarros.
Ahora bien, vamos a lo verdaderamente importante. Javier Corral no es el gobernador de Sinaloa, nunca lo ha sido, ni ha ocupado jamás en su vida puesto alguno en representación de dicho estado. No es propietario de comercio o franquicia alguna en Sinaloa que le haga tener que estarse trasladando a dicho estado por cuestiones de negocios, ni tiene familiares en dicho estado a quienes visitar, aunque es propietario de una casa de descanso en Sinaloa (pese a que nunca ha tenido residencia permanente en dicho estado), todo lo cual motiva la pregunta: ¿por qué la inversión en la adquisición de una propiedad precisamente en el narco-estado de Sinaloa? Y la pregunta clave ahora se vuelve: ¿cuál es el motivo verdadero de sus viajes constantes a Sinaloa?
Ya anteriormente el periódico EL UNIVERSAL había publicado un reportaje exhibiendo al gobernador Javier Corral jugando golf tranquilamente en un campo de golf en el estado de Sinaloa mientras que el estado de Chihuahua que había dejado atrás se desangraba en medio del caos y una violencia extrema sin precedentes:
Más interesante aún que el hecho de estar disfrutando en grande la vida jugando golf con todos los gastos de sus viajes de placer pagados hasta el último centavo por los chihuahuenses que votaron por él en 2016, es la identidad de aquellos sujetos con los que Javier Corral estaba jugando golf en Sinaloa, los cuales le garantizaban su seguridad personal tanto a él como a su esposa y demás familiares. ¿Quiénes eran tales personajes? Ciertamente no eran policías ministeriales del estado de Sinaloa. Pero intentar sacar fotos mostrando de cerca la cara de los acompañantes de Javier Corral podría haber sido extraordinariamente peligroso y podría haber terminado costándole la vida a quien se atreviera a hacer tal cosa.
Resulta relevante el hecho de que mientras que Javier Corral cuando está en Chihuahua no sale a ningún lado ni se traslada a ninguna parte si no va acompañado y escoltado por un pequeño ejército de policías y patrullas armados hasta los dientes (pagados con dinero salido de los bolsillos de los chihuahuenses), cuando se traslada hasta Sinaloa no lleva consigo ése pequeño batallón de guaruras para que le cuide su seguridad personal mientras está en Sinaloa. La pregunta central ahora es: ¿quién o quiénes le garantizan a Javier Corral su seguridad personal cuando está en Sinaloa?
Quizá la verdad tras las constantes viajes de Javier Corral al estado sede del más poderoso cártel de drogas de México, y de hecho la única explicación posible, radica en el hecho incontestable de que justo a un lado del estado de Chihuahua, la ciudad de El Paso (el lugar de nacimiento del yanqui texano Javier Corral) se ha convertido en la segunda ciudad de la Unión Americana en donde se confiscan más metanfetaminas después de Los Ángeles, convirtiendo a la ciudad de El Paso en la nueva ruta de la metanfetamina. Y ésto no lo dice algún "duartista", algún "personero del PRI" ni enemigo político alguno de Javier Corral en México (así se refiere a quienes le dicen en cara sus verdades), ni siquiera la prensa mexicana a la que tanto detesta. Lo dice la Drug Enforcement Administration de los Estados Unidos:
El Paso, nueva ruta de la metanfetamina
Juliana Henao
El Diario de El Paso
Miércoles 1 de Noviembre de 2017
El Paso es la segunda ciudad del país donde se confiscan más metanfetaminas después de Los Ángeles, según la nueva Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas 2017 de la Administración Antidrogas (DEA).
De la misma manera, el reporte indica que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha expandido a esta región fronteriza, que es utilizada como uno de los tres corredores de entrada de droga al país. Entre los principales puertos para el cruce internacional de las sustancias ilícitas con las que trafica CJNG están Ciudad Juárez, Tijuana y Nuevo Laredo.
La amenaza de la metanfetamina
La DEA estima que el 90 por ciento de la metanfetamina que se consume actualmente en Estados Unidos proviene de los cárteles mexicanos. Esta droga ha eclipsado a la cocaína en las preferencias de los adictos y usuarios casuales, y ahora se ubica como la segunda droga de mayor amenaza en Texas. Esta es una tendencia que ocurre a lo largo de todo el territorio estadounidense, asegura la DEA.
La metanfetamina es un estimulante sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. La droga se conoce comúnmente como ‘anfeta’, ‘meta’ y ‘tiza’ en español o como ‘speed’, ‘meth’ y ‘chalk’ en inglés. Generalmente se refiere a la forma de la droga que se puede fumar como ‘hielo’ (‘ice’), ‘cristal’ (‘crystal’), ‘arranque’ (‘crank’) y ‘vidrio’ (‘glass’). Es un polvo blanco, cristalino, sin olor, y con sabor amargo que se disuelve en agua o licor.
La droga fue desarrollada a comienzos del siglo pasado como derivado de la anfetamina y originalmente se usó en descongestionantes nasales e inhaladores bronquiales. Al igual que la anfetamina, la metanfetamina aumenta la actividad y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación de euforia. Sin embargo, la metanfetamina difiere de la anfetamina en que, cuando se usan en dosis similares, son mayores los niveles de estimulante que entran al cerebro, con efectos más duraderos y dañinos sobre el sistema nervioso central.
De acuerdo a estadísticas del reporte de la DEA, proporcionadas por el Centro de Inteligencia en El Paso (EPIC), el 67 por ciento del total de confiscaciones en Los Ángeles son de metanfetamina, mientras que en El Paso, las incautaciones de dicha sustancia alcanzan el 64 por ciento.
Por su parte, en San Francisco el 58 por ciento de los decomisos de droga son de metanfetaminas.
En San Diego, el 55 por ciento de los aseguramientos son de esta droga, en y Nueva Orleans representan 51 por ciento.
La expansión de nuevo cártel
A pesar de la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a esta zona, aquí el tráfico aún está controlado por los cárteles de Sinaloa y Juárez, indicó la DEA en su reporte.
“CJNG ha crecido rápidamente en importancia después de la separación del Cártel de Sinaloa en julio de 2010. Al igual que el Cártel de Sinaloa, CJNG es una organización de tráfico de drogas que se ocupa principalmente de metanfetamina, pero también cocaína, heroína y mariguana”, dicta el reporte.
La DEA también indicó que la rápida expansión de actividades de tráfico de drogas por parte de CJNG se caracteriza por la disposición de esta organización por participar en enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad del Gobierno mexicano y los cárteles rivales.
CJNG tiene centros de distribución en las ciudades de Los Ángeles, Nueva York y Atlanta. Mientras que El Paso, el área de Dallas/Fort Worth, Houston y McAllen se utilizan comúnmente como puntos de recolección para consolidar los ingresos de droga que vienen de México. CJNG también tiene presencia en ciudades del Sur, como Birmingham, Alabama; Charleston, Carolina del Sur y Gulfport, Mississippi.
Un mapa que muestra la DEA en su informe indica que la organización de tráfico de drogas de Jalisco el año anterior había extendido sus operaciones a varias ciudades, que incluyen San Diego, Seattle y Nueva York.
Cárteles de Juárez y Sinaloa
El reporte de la DEA muestra que el Cártel de Sinaloa está activo en todo México y en varias ciudades del país con centros de operación en Phoenix, Los Ángeles, Denver y Chicago. Mientras que sus puntos de ingreso a territorio estadounidense están en todos los estados fronterizos con México: California, Arizona, Nuevo México y Texas.
Por su parte, el Cártel de Juárez, que ha disminuido en tamaño desde su guerra con el Cártel de Sinaloa, todavía trabaja en su área tradicional en el estado de Chihuahua, Nuevo México y el Oeste de Texas.
“Aunque no tiene el alcance del Cártel de Sinaloa, el Cártel de Juárez sigue impactando en los mercados de consumo, principalmente en ciudades como El Paso, Denver, Chicago y Oklahoma City”, agregó el informe.
No es la primera vez que Chihuahua termina convertido en un narcoestado cuando el PAN arriba al poder en una gubernatura. Exactamente lo mismo sucedió en los años noventa cuando con Francisco Barrio Terrazas el PAN por vez primera empezó a gobernar el estado más grande de México, Chihuahua. A los pocos meses de haberle arrebatado Francisco Barrio la gubernatura al PRI el estado de Chihuahua se convirtió en la principal ruta de tránsito de droga colombiana hacia los Estados Unidos bajo el Cártel de Juárez de Amado Carrillo, ante la complaciente mirada del corrupto procurador de justicia panista Francisco Molina Ruiz, el actual encargado de mantener bajo vigilancia a todos los magistrados y jueces que laboran para el poder judicial en el estado de Chihuahua (por obra y gracia de Javier Corral quien fue el que prácticamente lo impuso en dicho puesto).
Desde antes de que el yanqui texano Javier Corral efectuara su toma de protesta a su cargo como gobernador de Chihuahua (para lo cual en ningún momento ha renunciado Javier Corral a su ciudadanía norteamericana), tras las funestas elecciones del 2016, ya se había advertido que Javier Corral tenía detrás de sí como consejeros y cómplices a tipos de pésimos antecedentes, gente extraordinariamente putrefacta y corrupta como Francisco Molina Ruiz además de su "padrino y consejero político" el excesivamente corrupto panista Francisco Barrio Terrazas:
No hubo de transcurrir mucho tiempo para que de los misteriosos y continuos viajes de Javier Corral al narcoestado de Sinaloa se pasara a lo que se puede considerar un parteaguas presuntamente desenmascarando al yanqui texano como un político de lo más corrupto aliado con el Cártel de Sinaloa, como lo revela un impactante video difundido en YouTube y documentado en la siguiente nota:
Acusan a gobernador de proteger a narcolíder
El Diario de Juárez
Viernes 10 de noviembre de 2017
Un video difundido desde YouTube muestra a una mujer vendada de los ojos, rodeada de cuatro hombres armados y que, ante un interrogatorio, afirma que el gobernador Javier Corral y el alcalde del municipio de Madera, Jaime Torres Amaya, apoyan al presunto narcotraficante conocido como “El Jaguar”.
La mujer identifica a este último como Roberto Soto, encargado de la “plaza” en el ejido El Largo Maderal, en el municipio de Madera y apoyado por la organización denominada “Gente Nueva”.
También señala, ante pregunta expresa, que Torres Amaya se reunió con el presunto delincuente en mayo pasado, en El Largo Maderal.
“Fue a repartir despensas a la gente, y a platicar con el señor Jaguar”, dice la mujer.
El video, que dura 8:10 minutos y se titula “Interrogatorio a mujer gente del Jaguar”, fue subido a YouTube el 7 de noviembre por un usuario identificado como “Flor Pérez”.
Alrededor del minuto 5:20, e interrogada sobre “¿quién más de Gobierno apoya al Jaguar?”, la mujer dice que “el gobernador, los estatales y el alcalde de ahí de Ciudad Madera”.
Madera y los municipios aledaños, como Zaragoza y Gómez Farías, son parte del territorio del occidente del estado en el que se ha registrado un repunte de violencia en el último año y, sobre todo, el desplazamiento de grupos del crimen organizado.
La grabación del video retoma el modus utilizado durante la época de la disputa por el territorio de Ciudad Juárez, entre 2008 y 2012, donde los grupos armados recurrieron al formato –una persona plagiada, hablando rodeada de personas armadas– para acusar a sus rivales.
En este caso, el contenido del interrogatorio señala presuntas actividades de “El Jaguar” o de la “Gente Nueva” que, dice la mujer coaccionada, matan gente inocente “para echarle la culpa a otro cártel”, precisando ante pregunta expresa que esta segunda organización es “La Línea”.
Los cuatro hombres que rodean a la mujer visten uniformes de camuflaje, chalecos antibalas, tres de ellos cascos, uno boina y todos tienen el rostro cubierto.
Un hombre más, que no se ve en el video, es quien conduce el interrogatorio, el cual inicia preguntando a la mujer cuál es su “función en el bar”, a lo que ella responde que “trabajar”.
También especifica que es originaria de Ciudad Madera y después de eso responde preguntas relacionadas con el alcalde de esta localidad.
“Que apoya al señor Roberto Soto, alias El Jaguar”, dice cuando se le pregunta qué sabe del funcionario municipal.
“En el Largo Maderal se vio con Roberto Soto (…) Es narcotraficante (…) Es el encargado de la plaza”, agrega ante preguntas expresas.
¿Quiénes estaban?, le pregunta el de la voz. “Estaban los trabajadores de él, y los estatales”, responde.
El resto de los cuestionamientos se enfoca en las actividades de ‘El Jaguar’ en el Largo Maderal, desde donde su personal, que se hacen llamar “los lobos”, dice la mujer, se desplaza hacia poblados como Gómez Farías, Babícora y Zaragoza.
“¿Cómo se llaman los que comandan ese cártel?”, pregunta la voz. “Ese cartel… el Jaguar, la Gente Nueva”, dice ella.
Detalla también que cada “comandante” tiene 20 elementos a su cargo y que la misión es “pelear las plazas y quedarse con ellas”.
–¿Qué otro cártel apoya a los lobos?
–La Gente Nueva.
–¿De dónde vienen?
–De Agua Prieta, Sonora.
Menciona también que hay un hombre conocido como “M-100”, originario también de Agua Prieta, Sonora, que es quien “manda todo” y apoya a El Jaguar “con armas y hombres”.
El apoyo, precisa, llega a El Largo Maderal en “avionetas y camionetas”.
También, que “El Jaguar” perdió a un hermano y a su cuñado en un enfrentamiento en Las Varas, Madera, de donde se llevaron a los muertos y heridos en una camioneta hacia Agua Prieta, ubicado en la frontera con Estados Unidos y en la colindancia con Chihuahua.
También dice, ante preguntas, que ha habido desertores en ese grupo debido a que “no querían morir por tan poco dinero y no quisieron seguir luchando”.
Casi al final del video, el interrogador le pregunta de nuevo por el mandatario estatal:
–¿El gobernador Corral apoya al Jaguar?
–Sí.
–¿En qué los apoya?
–Con Gobierno y finanzas.
–Los estatales, ¿apoyan al Jaguar?
–Sí.
No es ningún misterio que poco tiempo después del ascenso de Javier Corral a la gubernatura de Chihuahua el estado se empezó a hundir en una terrible ola de violencia e inseguridad como no se veía desde que el panista Presidente de México Felipe Calderón le declaró su "guerra" al narco sin contar con estrategia previa alguna. Se puede afirmar que prácticamente todos los avances en materia de seguridad y disminución de la violencia que se habían logrado con el anterior gobernador César Duarte y su procurador general de justicia Jorge González Nicolás terminaron perdiéndose en menos de un año con el yanqui texano Javier Corral "gobernando" Chihuahua. Si reportajes como los antes mencionados comprueban de alguna manera que Javier Corral como gobernador de Chihuahua estableció pactos y acuerdos con uno de los cárteles de drogas más poderosos del continente americano para ayudarlos en todo lo posible en su uso del estado de Chihuahua convirtiendo al estado en una de las principales rutas de metanfetaminas a la Unión Americana, poniendo con ello en completa desventaja a los demás cárteles de droga rivales, es lógico suponer que los demás cárteles rivales se sienten amenazados y de hecho iban a comenzar a luchar duramente por su propia supervivencia, dando lugar precisamente a la sangrienta ola de violencia que está viviendo Chihuahua en todo su apogeo desde principios de 2017. Al menos César Duarte no tenía pacto alguno con ningún cártel de drogas (que se sepa) y todos los cárteles por igual sabían que con César Duarte enfrentaban un piso parejo para todos sin privilegiar a nadie. Pero la llegada de Javier Corral a la gubernatura, aconsejado por tipos de lo peor como Francisco Barrio, Francisco Molina Ruiz, e inclusive sus dos narco-hermanos que viven en la Unión Americana, rompió el delicado equilibrio, desatando con ello una oleada terrible de inseguridad con consecuencias trágicas para todo el estado. El declive fue tan rápido, que ya para los inicios del mes de abril de 2017 Chihuahua y Ciudad Juárez que apenas (gracias al trabajo desarrollado por el gobernador César Duarte y su fiscal Jorge González Nicolás a quienes Javier Corral destesta y aborrece) en 2015 habían abandonado el Ranking de las Ciudades más Violentas del Mundo, habían regresado nuevamente a ocupar su sitial de deshonor entre las ciudades más violentas del mundo gracias a todas las barbaridades hechas desde la cima del poder por quien muchos chihuahuenses identifican ya como un narcogobernador en toda la extensión de la palabra.
Actuando con el mayor de los cinismos y dándose "baños de pureza", ya desde julio de 2017 el yanqui texano Javier Corral había afirmado categóricamente a un año de administración que no negociaría con narcos. ¡Y antes de terminar el 2017 todos los reportajes aparecidos le habían tumbado su máscara y su disfraz a uno de los peores gobernadores que haya tenido el estado de Chihuahua (a la par con Francisco Barrio, otro presunto narcogobernador que hoy vive tranquilamente rodeado de los lujos y comodidades que le produjo su vida como un político corrupto más egresado de Acción Nacional).
Por si el solo hecho de estar siendo acusado por una cantidad cada vez mayor de juarenses y chihuahuenses de ser un narcogobernador que con la complicidad y consejos de tipos tan corruptos como Francisco Barrio y Francisco Molina Ruiz está entregando el estado de Chihuahua a los narcos en charola de plata, a éste grave señalamiento se le suma otro: autoría intelectual en un asesinato, específicamente, el asesinato de la extraordinaria periodista chihuahuense Miroslava Breach con el fin de orillar posteriormente al cierre del inquisitivo periódico NORTE DE CIUDAD JUAREZ que ya le estaba sacando al yanqui texano y a su camarilla de cómplices como Alejandra de la Vega muchos trapitos sucios al Sol. Estar detrás de la autoría intelectual de un asesinato por sí solo clasificaría a Javier Corral como una mente criminal, pero además de ésto el aliarse con narcos para obtener sus propias ganancias personales lo pondría en el ranking de una persona de lo peor. ¡Y se trata precisamente del hombre que gobierna todo el estado de Chihuahua con todo el aparato de procuración de justicia, los policías y agentes miniesteriales del estado, y hasta el poder legislativo y el poder judicial, bajo sus órdenes y su control! Ésta es la peor pesadilla que le puede suceder a cualquier país.
En relación al video de la mujer secuestrada mencionado arriba, el yanqui texano Javier Corral, presunto autor intelectual del asesinato de la periodista chihuahuense Miroslava Breach, se puso furioso, pero no en contra de YouTube por ser la fuente primaria de información que presuntamente desnudaba por completo a Javier Corral como todo un narcogobernador en toda la extensión de la palabra, sino en contra de los medios de comunicación y periodistas que reprodujeron observaciones como las mostradas en la nota anterior que simplemente tomaba lo que estaba siendo viralizado ya en las redes sociales, porque en la muy limitada concepción del mundo que lo rodea el yanqui texano cree que todos los medios de comunicación están obligados a ensalzar a los gobernantes y arrodillarse ante ellos publicándoles siempre notas favorables y ocultando del público cualquier cosa que les incomode a los gobernantes aunque sea cierta. Y a los periodistas que todavía creen en la libertad de prensa bajo los gobiernos panistas... ¿se les manda asesinar, como ocurrió con la brillante periodista investigadora Miroslava Breach del hoy extinto periódico NORTE DE CIUDAD JUAREZ? Un ejemplo de su embestida contra todo aquél periodista que ose desnudarlo la tenemos en la respuesta que dió Javier Corral al columnista de La Jornada Julio Hernández López que también desde su cuenta en Twitter difundió la noticia del video con la misma grabación que acompaña la anterior nota de El Diario de Juárez, comentando: “Con todas las reservas del caso: video donde una mujer, vendada de los ojos, dice que el gob @javier_corral y alcalde de #Madera apoyan a grupo narco”, a lo cual el yanqui texano respondió furioso diciendo en su propia cuenta de Twitter: “Julio: Del @diariodejuarez no me extraña, conmigo se les acabaron las carretadas de dinero; pero que tú te prestes a reproducir esta farsa, marca también la otra impunidad del colapso nacional: la difamación ‘con todas las reservas del caso”. Si hubiera podido, es muy posible que Javier Corral habría pedido ayuda a sus contactos con el narco para vengarse de Julio Hernández López mandándolo matar, pero con los ojos del mundo entero volteando hacia Javier Corral como el presunto autor intelectual del asesinato de la periodista Miroslava Breach ya no le quedaba al yanqui texano margen de maniobra para intentar éste tipo de represalia. Quizá para otra ocasión...
Es necesario hacer una pausa para justificar los señalamientos que se han hecho en contra del gobernador Javier Corral señalándolo como presunto culpable y único autor intelectual del asesinato de Miroslava Breach. Las crecientes sospechas de que el verdadero y único autor intelectual del crimen de la periodista estrella del periódico NORTE es Javier Corral Jurado, extranjero de nacimiento, le valieron una investigación que apareció publicada en una conocida revista de circulación nacional, de lo cual podemos ver algo en el texto de la siguiente nota:
#NarcoPanistas en Crimen de Miroslava
Afloran nombres del exdirigente estatal del PAN Mario Vazquez y el actual Vocero Alfredo PIñera Guevara
LaPolaka.com
2 de noviembre de 2017
Un nuevo narcoescándalo de corrupción azota Palacio y el sistema de justicia del Estado que tanto presume el Gobernador Javier Corral.
El exdirigente estatal de PAn Mario Vázquez y el Vocero de ese partido en Chihuahua, Alfredo Piñera Guevera, aparecen en las investigaciones criminales como los narcopoliticos encargados de amedrentar a la periodista Miroslava Breach para que no publicara más notas en conexión con los grupos del narcotráfico en la sierra.
Ello explicaría porque Javier Corral ya no se acuerda de mencionar el nombre de Miroslava en los soporíferos discursos que hacen cabecear de aburrimiento a cientos de burócratas acarreados a sus eventos políticos.
Según reportaje de Proceso firmado por Olga Aragón, Vázquez y Pinera habrían sido los encargados de disuadir a Breach y Patricia Mayorga para que abandonaran el tema.
“El fiscal Peniche está informado de la fusión entre narcotraficantes y políticos, documentada por Breach en varios reportajes. Más aún: tiene en su poder testimonios de personas que identificaron las voces de conocidos panistas en grabaciones de las llamadas telefónicas que recibieron Miroslava y la corresponsal de Proceso Patricia Mayorga, ahora exiliada, presionándolas para que no escribieran más sobre el homicidio y revelaran sus fuentes de información sobre los narcocandidatos postulados en los comicios de 2016.
–¿Quiénes son esos panistas cuyas voces ustedes reconocieron? –se les pregunta.
–Alfredo Piñera Guevara (titular de Comunicación Social del PAN en el estado) es uno de ellos –dijo uno de los testigos, que como los demás, solicitó omitir su nombre.
Otra voz, revelaron, es de Mario Vázquez, entonces dirigente estatal del PAN y actualmente director de Servicios Públicos Municipales en la administración de la panista María Eugenia Campos Galván en Chihuahua.
–¿Corral sabe quiénes presionaban con esas llamadas a las periodistas?
–Sí, él fue informado personalmente“, escribió Aragón.
Por la enorme trascendencia e importancia del tema, a continuación se reproduce aquí en forma íntegra el texto de la nota aparecida en la revista PROCESO:
La narcopolítica, desechada en el caso Miroslava
Olga Aragón
Revista PROCESO # 2139
29 de octubre de 2017
La investigación del asesinato de la periodista Miroslava Breach, que el gobernador Javier Corral se comprometió a resolver de forma ejemplar, se hundió entre incongruencias y filtraciones de información dudosa, incluido el homicidio del psicólogo Gabriel Ochoa en un intento de convertirlo en chivo expiatorio. Y aunque las autoridades estatales declararon resuelto el caso, los capos señalados como responsables siguen libres, con su poder político intacto.
(Proceso).- El pasado 23 de marzo, ocho horas después del asesinato de la periodista Miroslava Breach, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, dijo que la única línea de investigación sería el trabajo periodístico de la víctima. Y precisó que se investigarían los nexos que documentó entre políticos y narcotraficantes.
Sin embargo, ya no se refiere a la narcopolítica. El fiscal César Augusto Peniche Espejel sólo menciona como eje de la indagatoria al crimen organizado.
Extraoficialmente (nota: nunca ante ningún juzgado penal) se señala como autores intelectuales del homicidio a los líderes del grupo criminal Los Salazares: Adán Salazar Zamorano, preso desde 2011, y su hermano Crispín, que desde el poblado de Chínipas domina amplias regiones de la Sierra Tarahumara y varios municipios de Sonora, al frente del brazo armado del Cártel de Sinaloa.
No obstante, el fiscal Peniche está informado de la fusión entre narcotraficantes y políticos, documentada por Breach en varios reportajes. Más aún: tiene en su poder testimonios de personas que identificaron las voces de conocidos panistas en grabaciones de las llamadas telefónicas que recibieron Miroslava y la corresponsal de Proceso Patricia Mayorga, ahora exiliada, presionándolas para que no escribieran más sobre el homicidio y revelaran sus fuentes de información sobre los narcocandidatos postulados en los comicios de 2016.
–¿Quiénes son esos panistas cuyas voces ustedes reconocieron? –se les pregunta.
–Alfredo Piñera Guevara (titular de Comunicación Social del PAN en el estado) es uno de ellos –dijo uno de los testigos, que como los demás, solicitó omitir su nombre. Otra voz, revelaron, es de Mario Vázquez, entonces dirigente estatal del PAN y actualmente director de Servicios Públicos Municipales en la administración de la panista María Eugenia Campos Galván, en la ciudad de Chihuahua.
–¿Corral sabe quiénes presionaban con esas llamadas a las periodistas?
–Sí, él fue informado personalmente.
La fiscalía estatal permitió que escucharan esas grabaciones algunos defensores de derechos humanos y periodistas de medios nacionales y locales que solicitan informes sobre el avance de la investigación. “Pero se nos hace creer –comentan reporteros de Chihuahua– que el hombre que está hablando con Miroslava es miembro de un grupo criminal”.
La fiscalía informó que halló las grabaciones en una computadora encontrada durante un cateo en la colonia Revolución, a la casa del hombre que condujo el Chevrolet Malibú plateado 2008 en el que se transportó a un sicario hasta una calle cercana a la casa de Miroslava, quien la acribilló cuando salía de la cochera en su camioneta.
El chofer del Malibú es sobrino de Crispín Salazar Zamorano, según filtración publicada por El Heraldo de Chihuahua.
Una colega de Breach cuestiona: “¿Cómo llegaron esos audios de llamadas telefónicas a la laptop de un narco?”
El mensajero del narco
Hugo Amed Schultz Alcaraz, el exalcalde de Chínipas que busca un cargo en el gobierno de Corral, “es el mismo que vio, calló y negoció con el narco del pueblo la designación de su sobrino Juan Ochoa Salazar como candidato del PRI a la Presidencia Municipal. Sólo cuando los medios de comunicación nacionales hicieron público tal despropósito, la dirigencia estatal priista sustituyó esa candidatura junto con la de Namiquipa”, escribió Miroslava Breach en su columna “Don Mirone” (Norte de Juárez, 25 de noviembre de 2016), cuatro meses antes de ser asesinada.
Añadió: “Las andanzas del exalcalde serrano que ahora quiere ser funcionario estatal son más graves. Tuvo como director de la Policía Municipal todo su trienio a Martín Ramírez, también sobrino del capo de la región Crispín Salazar Zamorano. El excomandante de policía aparentemente estuvo involucrado en múltiples asesinatos y desaparición de personas, mientras el presidente municipal dejaba hacer y dejaba pasar los crímenes… Schultz también jugó de mensajero de Salazar, para intentar amedrentar a periodistas que han documentado lo que sucede en esa región”.
Su acusación no alcanzó para evitar que el gobierno de Corral cobijara al “mensajero del narco”, actual coordinador de Educación de la Región Serrana en la Dirección de Educación Básica de la Secretaría de Educación y Deporte.
La voz de Miroslava es clara en la grabación de la fiscalía, cuando responde a la pregunta de quién la está presionando:
–¡No, no, no! ¡No voy a darte nombres! Aquí la única responsable soy yo. Por eso escribo y firmo con mi nombre: Miroslava Breach. Conozco cada piedra de Chínipas. Diles que si ellos no hacen nada… yo sí tengo ovarios para denunciarlos. Díselos así. Porque el silencio también es complicidad.
Los reportajes que Mayorga y Breach publicaron el 4 de marzo de 2016 en Proceso y La Jornada, respectivamente, echaron abajo la imposición de narcocandidatos en municipios de la sierra y el noroeste del estado, como Namiquipa, Bachíniva, Urique, Uruachi, Guazaparez, Guachochi, Batopilas y Buenaventura.
En Bachíniva, Arturo Quintana, El 80, encabeza el brazo armado de La Línea (Cártel de Juárez). Este líder criminal impuso como precandidata del PRI a la alcaldía a su suegra Silvia Mariscal Estrada, quien fue secretaria del ayuntamiento en la administración 2013-2016, con el alcalde panista Armando Mendoza.
En Chínipas, el PRI postuló a Juan Miguel Salazar Ochoa, sobrino de Crispín Salazar. Conocedora de su tierra, Miroslava escribió que Hugo Schultz, alcalde panista, impulsaba esa candidatura.
El “caso resuelto” y los asesinos libres
El gobernador Corral prácticamente cerró el caso Breach el 17 de mayo pasado, tras entregar al presidente Enrique Peña Nieto un sobre que según versiones extraoficiales contenía las conclusiones de la investigación y una solicitud: que la Secretaría de la Marina capture a los asesinos, que pertenecen al crimen organizado.
Al siguiente mes la PGR ofreció una recompensa de 1 millón y medio de pesos a quien ofrezca información que lleve a la captura de los homicidas. Luego vino un largo silencio.
Al cumplirse el primer año del gobierno de Corral, éste pronunció un discurso de 9 mil palabras sobre los logros de su mandato ante funcionarios, empresarios, correligionarios y dirigentes de organizaciones sociales. A más de seis meses del asesinato de Miroslava, el mandatario ni siquiera pronunció su nombre ni se refirió a la narcopolítica, la violencia, los feminicidios. En el rubro de “seguridad y justicia”, dijo: “Nuestro fiscal, el maestro César Augusto Peniche, y el doctor Óscar Aparicio Avendaño, comisionado Estatal de Seguridad, han hecho una honrosa labor, aunque a veces los medios no lo quieran reconocer”.
El 23 de septiembre, cuando se cumplió medio año de la muerte de Breach, en la Cruz de Clavos instalada frente al Palacio de Gobierno en memoria de las víctimas de feminicidios, el periodista Rolando Nájera reclamó a nombre de sus colegas: “No sabemos si es miedo o es complicidad, pero las autoridades nos han demostrado que no tienen capacidad para resolver ni este ni ningún otro crimen de los muchos que se han cometido en el estado”.
El 19 de marzo los habitantes de Ciudad Cuauhtémoc y pueblos vecinos sufrieron durante más de tres horas uno de los peores enfrentamientos con armas de alto poder entre grupos rivales del narco. Corral andaba jugando golf en Mazatlán y regresaría hasta concluir el “puente vacacional” porque, dijo, eran días de asueto a los que tenía derecho. Murieron ocho personas, incluido Raúl Gamboa, El Cabo, ejecutado por la gente del 80.
Tres días después, y a 24 horas de su muerte, Breach publicó en la última entrega de “Don Mirone” que ni el PAN ni el fiscal Peniche eran ajenos “a los pecados de omisión y permisividad que se dio en el noroeste del estado para el empoderamiento de los grupos criminales de esa región”.
Recordó que Cuauhtémoc, Bachíniva, Namiquipa y Cusihuiriachi, entre otros municipios, fueron gobernados por el PAN en el trienio anterior y en todos ellos “se paseaban como Pedro por su casa” El Cabo y El 80.
“El ahora fiscal Peniche también tuvo una responsabilidad directa en el empoderamiento de esos grupos criminales. Él fue delegado de la PGR, ni más ni menos; y como tal, necesariamente tendría que haber tenido conocimiento del mapa de la delincuencia organizada en la entidad”, enfatizó. En efecto, entre noviembre de 2010 y agosto de 2015, en el gobierno de César Duarte, Peniche ocupó ese puesto.
“Los otros responsables –concluyó Breach– son el exfiscal Jorge González Nicolás y el exmandatario César Duarte. Ambos reiteradamente minimizaron la permanente sangría generada por los grupos criminales en la región serrana, donde han sido asesinados y desaparecidos centenares; además del desplazamiento de miles de habitantes en poblados y comunidades.”
La narcopolítica tiene raíces profundas en Chihuahua. Trasciende a los partidos que se alternan en el poder. Alejandro Gutiérrez, en su libro Narcotráfico. El gran desafío de Calderón (Planeta, 2007) documentó con fuentes de la PGR, la DEA y la procuraduría estatal que entre 1998 y 2004, durante el gobierno de Patricio Martínez, varios grupos operaron en Chihuahua para los cárteles de Juárez, Tijuana y Sinaloa.
Mencionó a Adán Salazar como operador del Chapo Guzmán y primo de Héctor Luis Palma Salazar.
En la DEA y el FBI, escribió Gutiérrez, se consideraba que los judiciales del estado y de la Policía Municipal eran “el brazo ejecutor del Cártel de Juárez” cuando el procurador era José de Jesús Solís Silva, El Chito Solís.
“Los gobiernos van y vienen, pero la policía es la misma –le dijo un excomandante a Gutiérrez–. En la administración de Corral toda la estructura policiaca sigue en las mismas manos”. Observó que los jefes de escoltas del gobernador y del fiscal “son gente de Chito Solís, que permanece intocable sin importar quién gobierna el estado”.
Trágico “distractor”
El 17 de abril, a 25 días del crimen, el gobernador Corral informó: “Ya tenemos detectado al autor material, a coparticipes y por supuesto al autor intelectual del asesinato. Sin duda habrá detenciones. Tenemos todos los elementos para ir a la captura de los responsables, y lo que estamos reforzando con el mayor rigor científico, técnico, jurídico, es el proceso y la cadena de custodia”.
Al día siguiente se propagó que “el asesino de la periodista” había sido ejecutado en la ciudad de Chihuahua por un comando armado que dejó el mensaje: “Este es el marrano que asesinó a la periodista Miroslava por orden del 80 en complicidad con Pablo Ernesto Rocha Esto es la prueba de que no queremos marranos haciendo Injusticia” (sic).
La información, acompañada de fotos, se filtró a los medios desde la fiscalía.
La víctima es el psicólogo Gabriel Ochoa Cárdenas, de 56 años, acribillado cuando recogía huevos de gallina en el patio de la granja donde trabajaba, en la colonia Junta de Los Ríos. Enfermo y discapacitado, ya no ejercía su profesión.
Junto a su cuerpo, los asesinos dejaron un arma que, “según fuentes de la fiscalía”, es con la que mataron a Miroslava Breach: una Colt .038 Súper con la imagen de Emiliano Zapata y el lema “mejor morir de pie que vivir de rodillas”.
El Diario de Juárez incluso publicó un retrato hablado del presunto asesino de Miroslava y al lado el rostro del psicólogo, con la versión de que peritos de la fiscalía encontraron “un alto parecido” entre ambos.
En un desplegado de prensa, familiares y amigos de Ochoa reclamaron que fuera exhibido mediáticamente a través de fotografías y versiones filtradas por la autoridad “con el propósito de inducir la percepción de que era el homicida material de la periodista”.
El 23 de abril, Rosa María Breach, hermana de Miroslava, conminó al gobernador:
“Si por cualquier motivo resulta que su gobierno no tiene la capacidad o no puede esclarecer el asesinato de Miroslava y castigar a los asesinos, a los autores materiales y a los autores intelectuales, a todos, por encumbrados que estos estén, que así lo reconozca y que al menos no caiga en los oprobiosos esquemas del viejo régimen de fabricar chivos expiatorios.”
Finalmente Corral y Peniche declararon que el asesinato de Ochoa “fue un distractor más”.
El 7 de octubre Corral adelantó a La Jornada que se realizaría un operativo conjunto con fuerzas federales para aprehender a los asesinos de Miroslava. Cuatro días después, El Heraldo de Chihuahua filtró que los autores intelectuales son los mencionados líderes de Los Salazares.
En su editorial del día 12, el diario acusó a la autoridad estatal de “filtrar información parcial” que, “lejos de disipar las dudas que pesan sobre la muerte de nuestra compañera… las multiplica, por sus inconsistencias, y obliga a preguntarse si no se trata de un intento a trasmano de descartar líneas de investigación acerca de la posible gestación del asesinato en círculos político-empresariales”.
Rosa María Breach dijo que con esas filtraciones están poniendo en grave riesgo a toda su familia y solicitó a la justicia federal un amparo, que le fue concedido el mismo día 7. Según este recurso, la fiscalía debe reconocerle a Rosa María sus derechos como víctima indirecta del homicidio de su hermana, incluido el acceso a la carpeta de investigación del caso. Sin embargo, la hermana de Miroslava denuncia que la fiscalía decidió interponer un recurso de revisión y siguen negando su derecho a conocer la investigación.
Quede constancia del hecho de que, a ocho meses de haberse cometido el crimen de Miroslava Breach, y pese a las declaraciones reiteradas del gobernador Javier Corral desde hace meses afirmando que el crimen ya está "completamente resuelto", no solo el crimen permanece en la más completa impunidad, sino que ni siquiera se ha girado una sola orden de aprehensión en contra de nadie dentro del crimen "completamente resuelto", y son cada vez más los periodistas de Chihuahua (y del resto de México) de que mientras no se le arrebate completamente de las manos el caso Miroslava al gobernador Javier Corral y a su procurador César Augusto Peniche Espejel y se les investigue externamente por fuera a ambos como presunto autor intelectual del crimen y presunto encubridor del crimen respectivamente, el crimen va a permanecer en completa impunidad hasta que se termine dándole sobreseimiento al caso después de permanecer varios años en el "archivo muerto".
Es extremadamente importante ahora hacer algo de memoria. De acuerdo a videos de los cuales obra constancia en YouTube, el ex gobernador César Duarte, hoy perseguido político del yanqui texano Javier Corral, ya había ligado a Javier Corral con el narco desde enero de 2015. ¡Y hoy que César Duarte no ocupa cargo alguno, los hechos que se están acumulando uno encima del otro van confirmando los señalamientos que hizo César Duarte en contra de Javier Corral y sus dos narco-hermanos con antecedentes criminales en USA! A lo cual el doble-cara con doble moral Javier Corral respondió furioso (y cínicamente) acusando a César Duarte de ser un corrupto, mentiroso, y vulgar delincuente. A la luz de todos los acontencimientos recientes, ¿quién el el mentiroso, quién es el corrupto, y quién es el narco-delincuente? Lo que asombra en todo caso es el cinismo y la hipocresía del yanqui texano de continuar adelante impunemente en sus prácticas corruptas sin hacer algo por dejar atrás sus malas artes pese a tener el ojo público encima de él.
Ya para fines del 2017, el auge en criminalidad que se comenzó a dar a partir del primer día en que el yanqui texano Javier Corral recibió en sus codiciosas manos la gubernatura de Chihuahua era un secreto a voces, y sin poder ocultar su inmensa decepción y su tristeza además de su impotencia ante los hechos dió testimonio de la histórica caída de Chihuahua hacia el barranco un editorialista que apenas año y medio atrás no podía ocultar sus simpatías y visto bueno ante la posibilidad de que Javier Corral lograra arrebatarle al PRI la gubernatura de Chihuahua, sumándose ingenuamente a los centenares de miles que cayeron redonditos en la trampa de la verborrea demagógica del falso mesías Javier Corral:
Chihuahua, tercer lugar en homicidios
Luis Javier Valero Flores
El Diario
Jueves 7 de Diciembre de 2017
Primero fue la percepción popular, luego fue la certeza, seguida del incremento de la preocupación ante lo que parecían estrictamente enfrentamientos entre las bandas criminales asentadas en el territorio estatal, distintos al pasado pues en estos meses ocurrían frecuentemente, pero que no tenían antecedentes en Chihuahua pues la guerra anterior se desarrolló básicamente a base de ataques a mansalva, de ahí el nombre de ejecuciones.
Ahora los enfrentamientos masivos, ocurridos básicamente en el Chihuahua rural y especialmente en el occidente de la entidad ocupaban la atención.
Lo anterior preocupaba, pero más el incremento, lento, pero firme de las ejecuciones en todo el estado, desestimado por las nuevas autoridades estatales.
Lo revelado recientemente, tomando como base la información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), exhibe la gravedad de la inseguridad en Chihuahua, especialmente en el rubro de homicidios.
“El número de homicidios de enero a octubre del presente año llegó a las 2 mil 014 víctimas por lo que el estado de Chihuahua se colocó en el séptimo lugar con mayor número de asesinatos en el país, según cifras difundidas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp)”. (Nota de Heriberto Barrientos, El Diario de Chihuahua, 3/XII/17).
Ese número de víctimas está obtenido del “reporte de averiguaciones previas y carpetas de investigación iniciadas por las agencias del Ministerio Público de cada entidad federativa”, contenidas en el “Informe de víctimas de homicidio, secuestro y extorsión”. (Ibídem).
En esa información se asienta que Chihuahua ocupó en 2014, “también, el séptimo lugar con mil 661 asesinatos”, para bajar en 2015 y 2016 al décimo lugar con mil 545 y mil 838 víctimas, respectivamente.
En el recuento, estrictamente numérico, de las víctimas del presente año, se ubica a Chihuahua en el séptimo lugar, precedido de “Guanajuato (3,303); Estado de México (2,862); Guerrero (2,560); Veracruz (2,303); Baja California Norte (2,214) y Michoacán (2,105)”, sin embargo, al tomar en cuenta la población de cada entidad aparece, nítida, la realidad de los chihuahuenses en el presente año: Nuestra entidad ocupa el tercer lugar nacional en la tasa de homicidios, que se calcula a partir del número de homicidios por cada 100 mil habitantes.
Más preocupante aún es el hecho de que es una tasa superior a la de los años precedentes, solamente superior a la del 2012, quizá el año en el que la curva violenta empezó a declinar, después de los inmensos picos a la alza de 2009, 2010 y 2011.
Y es que el número de homicidios por cada 100 mil habitantes (HP100MH) en el presente año, si se proyecta a una cifra anual, alcanzará la cifra de 70, la tercera más alta de las entidades con el mayor número de homicidios, pero seguramente la cuarta, si se toma en cuenta que Colima -por su población y el número de homicidios- encabeza tan siniestra estadística.
Sólo para ubicar la dimensión de lo que hoy enfrentamos, sirva asentar que en 2014 Chihuahua ocupó el tercer lugar en el número de homicidios (1,087), y también ese lugar por el número de homicidios por cada 100 mil habitantes (30.19) (LJVF, 1/II/15).
La curva del desmesurado crecimiento de los homicidios ya se apreciaba en los primeros días del presente año. Nos quedamos cortos: “De ese modo, si los proyectáramos al año, la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, en lo que va del gobierno de Javier Corral en el estado, es de 41.89; en tanto en Juárez asciende a 46.97 y en la ciudad de Chihuahua a 49.35. (El Diario, “Precipitada evaluación”, LJVF, 15 de enero de 2017).
Así, Chihuahua, al alcanzar la cifra de 70 homicidios por cada 100 mil habitantes, se ubica en el tercer lugar, abajo de Guerrero, con una tasa de 88.99, Baja California, del 86.89, y supera por unas décimas a Guanajuato, que alcanzó la cifra de 69.28, con la precisión que traducidos estos números, las décimas se refieren a que una infinidad de personas que no cayeron bajo las balas del crimen organizado, o de la ola violenta presente en el país y en Chihuahua y que a Chihuahua ha regresado, aparentemente, a las mismas tendencias de los años recientes.
Lo aquí escrito son números, la realidad es estrujante, es el pálido reflejo del inmenso dolor provocado en la sociedad chihuahuense, ante el cual los gobernantes sólo evidencian su ineptitud.
Habría que recordarle a éste desilusionado analista sus propios editoriales de cuando año y medio atrás en 2016 alababa la supuesta integridad a carta cabal que creía ver en la demagógica oratoria de corte fascisrta del yanqui texano Javier Corral emulando el canto de las sirenas que en la Odisea de Homero fascinaban a los marineros atrayéndolos a su propia muerte.
Uno de los más claros síntomas de que bajo algún gobernante el narco ha infestado ya exitosamente con sus amplios recursos las redes del poder es el enriquecimiento súbito e inexplicable de funcionarios prominentes dentro del gobierno corrompido, un enriquecimiento frecuentemente presumido y ostentado con todo cinismo por los narcofuncionarios y/o sus familiares inmediatos, y había transcurrido apenas un año tres meses del gobierno de Javier Corral Jurado cuando apareció publicado lo siguiente el martes 2 de enero de 2018 bajo el encabezado “Junior de funcionario con Audi de tres millones” acerca de algo era visible a la vista del mundo entero en relación al panista Carlos Borruel Baquera, el titular de la Comisión de Suelo y Vivienda del Gobierno estatal puesto en tal cargo personalmente por el gobernador Javier Corral Jurado:
Es excéntrico por naturaleza. Cada que puede aparece ante los reflectores del morbo público, ya en sonadas polémicas familiares y callejeras, portando armas, alardeando de vacaciones en lugares de dispendio, fanfarroneando con carros de millones y hasta detenido en Puebla con un vehículo robado. Es tipo Romero Deschamps a nivel chihuahuense.
Ahora Carlos Borruel Macías apareció en redes sociales probando su nueva adquisición en el autódromo Francisco Villa, de la ciudad de Chihuahua, un modelo Audi R8, que la empresa automotriz tiene colocados con precios de entre dos millones 600 mil y tres millones 029 mil pesos. El R8 V10 coupé tronic, el R8 Spyder y R8 V10 Coupé plus.
Subió las fotos el junior a Instagram en diciembre. Varios comentarios de sus amigos festejando la adquisición del vehículo de lujo fueron respondidos con “a las órdenes mi hermano”, “a la orden...”, o “a la orden siempre”...
Borruel Macías es hijo de la burocracia. Su padre, Carlos Borruel Baquera, es actualmente titular de la Comisión de Suelo y Vivienda del Gobierno estatal con el gobernador Javier Corral Jurado como jefe. Su sueldo no rebasa los 70 mil pesos mensuales. No se dedicó antes a la venta de carros usados ni menos a la ganadería.
En el 2010 fue candidato a gobernador por el PAN. Los financiadores de la campaña electoral se quejaron de haber “perdido” con él 50 millones de pesos. Antes fue presidente municipal de Chihuahua; antes, diputado local. Inició su carrera política como regidor.
En resumen, no puede haber más ingresos sustanciales que los obtenidos en sueldo por el servicio público pero su transformación económica es contundente. Pasó de residir en un barrio modesto a un complejo en el sector más exclusivo de la ciudad; de carritos austeros a vehículos de superlujo.
En abril de 2016 el yanqui texano Javier Corral en plena campaña política por la gubernatura de Chihuahua afirmó en uno de sus discursos iracundos: “Tendré tolerancia cero para con los corruptos, y no habrá impunidad de ningún tipo para aquellos sobre los cuales exista la más mínima sospecha de que andan en malos pasos. Mi gobierno será el más honesto y transparente que haya tenido el estado de Chihuahua en toda su historia. Ténganlo por seguro todos ustedes, porque estoy empeñando mi palabra en ello” (si el yanqui texano Javier Corral intenta negar hoy haber formulado tan intrépidas como cínicas afirmaciones, tengo en mis manos la grabación de lo que dijo, la cual estoy dispuesto a compartirla con él en una reunión cara a cara en presencia de los medios si acepta escuchar sus propias palabras que hoy finge haber olvidado, con la única condición de que se coma frente a los medios cada una de las tres páginas impresas de la grabación completa, comiéndose sus propias palabras).
Cuando la criminalidad percibe que la cima del poder político en un estado como Chihuahua está corrompida por estar gobernado el estado por un tipo de lo peor, y más aún cuando la gran mayoría de los ciudadanos dan por hecho que el hombre que gobierna con mano de hierro ya forjó pactos con la delincuencia organizada perpetrando todo tipo de ilegalidades en la más completa impunidad, ¿qué otra cosa se puede esperar excepto que todos aquellos proclives al Mal lo tomen como ejemplo a seguir y hagan también de las suyas, elevando la criminalidad a niveles históricos? Recordándole a Javier Corral su persistente lema de campaña en 2016 cuando refiriéndose al gobernador César Duarte (que nunca hizo pactos con el narco) repetía hasta el cansancio “Estamos peor con César Duarte”, el portal Web LaPolaka.com publicó varios meses después una observación punzante: “Estábamos mejor cuando estábamos peor”, que la misma ciudadanía chihuahuense ha modificado al lema: “Estábamos mil veces mejor cuando estábamos peor, si antes estábamos peor hoy estamos mil veces peor”. ¿Un gobernador que ha pactado con el narco? ¿Un gobernador a quien muchos califican ya como un gobernador asesino culpable de haber ordenado el asesinato de una periodista, la corresponsal de LA JORNADA Miroslava Breach? ¿Un gobernador que haciendo alardes de su prepotencia ha infestado todos los niveles de su gobierno con gente deshonesta manchada con pésimos antecedentes en su pasado tales como Javier Benavides, Gustavo Elizondo, Francisco Molina Ruiz, y otros más iguales a ellos? ¿Un gobernador que le ha dado en charola de plata un puesto dentro de su gabinete precisamente a otra ciudadana tan norteamericana como él que contribuyó al triunfo del anti-mexicano Donald Trump dándole cerca de un millón de pesos en contribuciones para su campaña? ¿Un gobernador cuyos presuntos pactos multimillonarios con empresas farmacéuticas cuestionables (Egro, Centrum, Morli, etc.) otorgándoles contratos para surtir al sector salud con medicamentos inflados a precios estratosféricos? ¿Un gobernador cuya inocultable corrupción prácticamente obligó a la bancada del PAN en el Congreso Estatal de Chiihuahua a enviar a la congeladora la iniciativa para la eliminación del fuero con la finalidad de garantizarle protección e impunidad al corrupto yanqui texano? ¿En qué cabeza cabe que, bajo éstas condiciones, Chihuahua pueda aspirar a convertirse en un estado modelo próspero y libre de criminalidad, cuando el mando supremo del poder está en manos de un sinvergüenza hasta la médula de los huesos que ha hecho de la mentira su escudo de armas y del cinismo y la hipocresía sus principales banderas?
En conclusión, si un gobernante corrupto hasta la médula de los huesos forja un pacto con los líderes de algún poderoso cártel de drogas para que los deje trabajar en paz en su estado así como se presume que ocurrió en Chihuahua en los seis años que gobernó el corrupto panista Francisco Barrio Terrazas desde 1992 hasta 1998 apoyado por su igualmente corrupto procurador de justicia Francisco Molina Ruiz, es lógico esperar que además de provocar un violento enfrentamiento entre los cáteles se va a echar de enemigos a todos los cárteles contrarios que verán en tales alianzas y pactos del gobernador como algo hecho en contra de ellos, una amenaza a su propia supervivencia, y responderán de manera violenta. Es un hecho de que al poco tiempo de empezar los misteriosos y constantes viajes de Javier Corral al narcoestado de Sinaloa, el yanqui texano empezó a adoptar actitudes paranoicas custodiándose en Chihuahua con un pequeño ejército de policías y agentes ministeriales que lo acompañan por dondequiera que va. Es una actitud parecida a la que en sus tiempos exhibió el dictador alemán Adolfo Hitler que mucho antes de que comenzara la guerra se trasladaba de un lugar a otro fuertemente custodiado por un contingente militar y casi siempre después de que la zona había sido previamente "peinada" en busca de posibles amenazas y explosivos, y hasta tenía siempre cerca de sí un "catador" de alimentos que frecuentemente comía una porción de los alimentos servidos a Hitler para verificar que los alimentos no estuvieran envenenados con un cianuro como las cápsulas que llevaban consigo los grupos de élite de las SS. Tal era la paranoia de Hitler y sus delirios de persecusión que hoy comparte con él su discípulo en México, el igualmente megalómano e histriónico yanqui texano Javier Corral.
A todos aquellos chihuahuenses que desean que la pesadilla pase pronto lo único que se les puede decir es que el yanqui texano Javier Corral seguirá gobernando Chihuahua por otros tres años, y a menos de que se le remueva del poder sometiéndolo a un debido proceso penal para enviarlo al lugar en donde debe de estar, en la penitenciaría, la pesadilla va para largo, y a todos los juarenses y chihuahuenses les hará falta tiempo para arrepentirse de haber llevado al poder a alguien como Javier Corral. Y si logra enquistarse en la presidencia de México, ello no será ningún consuelo para Chihuahua porque ya como presidente podrá seguir atornillando a Chihuahua pero ahora con el control del Ejército Mexicano, la Secretaría de la Marina, y la Procuraduría General de la República en sus manos. La única diferencia sería que, ya como presidente de la República, podrá colgar de la hora no solo a los chihuahuenses sino a todo México, lo cual no es consuelo alguno.
Saldo macabro
Mil muertos en tan solo 15 meses de gobierno. Y ésto en una sola ciudad, mientras que el resto del estado también se desangraba a raudales.
Los párrafos anteriores no son algo sacado de unas líneas del guión de una película de terror o de una novela sangrienta sobre crímenes de guerra. Es la cruda realidad en Chihuahua bajo el “maravilloso y glorioso” Nuevo Amanecer de Javier Corral en donde “el Sol sale para todos, gracias a Javier Corral”. Y he aquí la prueba:
Solo en Juárez:
SE REBASAN LOS MIL HOMICIDIOS CON CORRAL
EL DIARIO DE JUAREZ
Miércoles 17 de enero de 2018
En cifras
La información obtenida mensualmente, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, revela que de 16 meses transcurridos ya son mil un asesinatos en Juárez.
En el desglose de datos se establece que el mes de abril del 2017 registró la menor incidencia de homicidios dolosos con 31 víctimas, en un lapso de 18 días.
El primero de abril fue el más violento del mes con 6 ejecuciones.
Mientras que octubre del 2016, cuando fue la transición del Gobierno Estatal, se registraron 98 asesinatos en los 31 días del mes.
Los días 19 y 29 de ese mes fueron los más violentos con 10 crímenes cada uno.
Los indicadores refieren que en octubre del 2016 fueron asesinadas 98 personas; 36 en noviembre y 58 en diciembre; enero del 2017 inició con 53 crímenes, 87 en febrero, 68 en marzo, 31 en abril, 44 en mayo, 83 en junio, 51 en julio, 46 en agosto, 76 en septiembre, 62 en octubre, 81 en noviembre y 88 en diciembre.
Mientras que enero del 2018 registra 39 asesinatos. Cuatro de ellos cometidos con arma blanca, dos por asfixia, uno a golpes y el resto por herida por arma de fuego, según los datos oficiales, sin embargo, esta información podría variar ya que la FGE aún no ha revelado detalles de varias necropsias y algunas de las víctimas permanecen en calidad de desconocidas.
“El porcentaje de resolución de estos casos varía entre Juárez, Chihuahua y otras regiones. Hay casos donde las armas aseguradas dan como resultado su participación hasta en 30 homicidios, en otros casos hasta 15. En todos los casos se está trabajando para recabar la evidencia. Vamos a seguir trabajando en resolver cada uno de estos casos, menciona el abogado.
Sin embargo en enero apenas han transcurrido 15 días y en 12 de ellos ya se registraron 39 homicidios.
Javier Corral empezó a (des)gobernar Chihuahua el martes 4 de octubre de 2016 (y en su toma de protesta, por cierto, prometió a todos una iniciativa para eliminar el fuero al gobernador, y pese a tener al Congreso del Estado de Chihuahua bajo su control directo con una mayoría de diputados de Acción Nacional, quince meses después Javier Corral seguía disfrutando de un fuero que le permitía cometer todo tipo de abusos, tropelías e ilegalidades sin castigo alguno y sin intención alguna de eliminar el aberrante privilegio del fuero). Y cuando se publicó la nota anterior, el 17 de enero de 2018, apenas habían transcurrido 15 meses de su macabro gobierno, habiendo alcanzado con ello un hito histórico gracias a los cadáveres acumulados en Chihuahua narcoestado. ¡Bravo! ¡Así se gobierna! ¡Este es el maravilloso narcogobierno que no cesa de autoalabarse a sí mismo en su pasquín de propaganda oficial Cambio 16 editado para exaltar las glorias de Javier Corral y pagado hasta el último centavo con dinero salido de los bolsillos de todos los contribuyentes chihuahuenses hayan votado o no por Javier Corral ! Y si el resto de México quiere más de lo mismo, Javier Corral está listo y puesto para ponerse la banda presidencial haciéndole al resto de México lo que ha hecho por los chihuahuenses que votaron por él!
Detrás de esos mil cadáveres hay muchas tragedias familiares, cientos de viudas, cientos de huérfanos que quedaron completamente desamparados. ¿Y en dónde estaba el gobernador Javier Corral cuando Chihuahua se hundía miserablemente en un gigantesco charco de sangre, muerte y dolor? Pues dedicado tiempo completo en cuerpo y alma a lo único que realmente le importa, a su loca ambición de estarse promoviendo a sí mismo para presidente de la República, no con dinero salido de sus propios bolsillos, ¡eso nunca! sino con dinero salido de los bolsillos de los contribuyentes chihuahuenses, como lo ilustra el siguiente cartón:
“El pueblo de Chihuahua paga toda la campaña”
Periódico El Diario, martes 16 de enero de 2018
Dejemos que un conocido analista norteño resuma lo que para todo Chihuahua resultó ser una verdadera desgracia, una verdadera tragedia:
¿Estridentismo político con doblez?
Arturo Mendoza Díaz
Miércoles 17 de enero de 2018
La “segunda revolución mexicana”, llamada así por el gobernador Javier Corral, parece estar apuntando hacia una finalidad que pudiera ser diferente a la que se pregona.
Por principio de cuentas, los sectores que cuestionan a Corral tienen razón en cuanto al olvido en que queda el estado por la lucha que empezó: Chihuahua está en llamas. Las escuelas y los hospitales necesitan atención. El asunto es claro: antes que acometer lanza en ristre a los molinos de viento, están la salvaguarda de la vida y el interés de los chihuahuenses, que requieren seguridad y solución a sus problemas.
No fue así, sino que soslayando el bienestar de los ciudadanos, el gobernador, como caudillo sin igual, se enfrasca en una lucha contra la Federación “en defensa de la soberanía y la dignidad de Chihuahua”.
Para eso no para en mientes. Casi empalma su mitin con el de Andrés Manuel López Obrador; obstruye calles, generando descontento; emplea la retórica más incendiaria y acarrea gente mediante el ViveBús.
Ciertamente, su inconformidad sería justa si los motivos fueran fundados. Y pueden serlo, en parte. Aún anda libre César Duarte, pero el mal trato a Chihuahua por parte de Hacienda no existe.
En todo caso, en vez de un proceder estridentista y de confrontación que es acorde a la tónica usual de Corral, están los cauces institucionales, republicanos y encomiables, aunque muy poco protagónicos.
Eso hubiera sido lo sensato, si no se hubiera querido aprovechar la coyuntura. A veces en política lo que se dice en un discurso literal está en discordancia con lo que se lee entre líneas.
Así, en lenguaje directo, para consumo de la gente que de buena fe apoya al gobernador Corral, se lucha en aras de que se aprehenda a Duarte y por la redención presupuestaria de Chihuahua.
Sin embargo, el discurso tiene otro mensaje que trae a la memoria el comportamiento de Manuel Camacho Solís, que en las pláticas con el EZLN relegó a Colosio. Y tal parece que Javier Corral desea sustituir a Anaya.
Antes de que Ricardo Anaya se autoerigiera como precandidato presidencial, se buscaba aquí que Corral fuera el elegido. Para eso Gustavo Madero cabildeó y buscó hacer amarres, pero fue inútil. Anaya tenía todo preparado
Pero todo apunta a que en Corral siguió alentando la esperanza, a juzgar porque se ostenta como el non plus ultra, el elemento sine qua non para ganar, o “el no hay otro”, ante un Anaya sin liderazgo ni carisma.
Luego vino el conflicto con la Federación, y como si hubiera deseado sacralizar su lapidario “yo acuso”, Javier Corral se hizo acompañar de intelectuales y políticos a la manera de vacas sagradas.
A propósito de su postura, curándose en salud, el gobernador dijo que no aspira a ser postulado como candidato al Ejecutivo federal, pero que sería el principal promotor de todo lo necesario para desplazar al PRI de ahí.
Empero todo es obvio, como si sólo el que se hace sordo no quisiera oír. O como si el que se finge ciego no deseara ver. En Morena ya se piensa eso, que es lo que cree Jaime Rodríguez, “El Bronco”: Anaya podría ser defenestrado.
Asimismo, el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción se deslindó de la postura corralista, considerando que se enfoca en cuestiones políticas. Aparte, la lógica es irrefutable.
Ahora, en su frenesí, el gobernador prepara una ruidosa marcha “por la dignidad”, de Juárez a la Ciudad de México. Y como se trata de una revolución, nada más falta que pasen por Atotonilco y tomen un estandarte de la Virgen.
Tan intensa actividad es parecida al sprint de los corredores en una competencia. Por algo será. El tiempo disponible es poco, y las acciones deben calar en el ánimo de los integrantes del “Frente”.
Mas esa vehemencia, como pasa con las luces de bengala, es difícil de sostener. El esfuerzo agotador no dura mucho, y acabará cuando pase la coyuntura en la que es posible el relevo.
Entonces se sabrá si, en calidad de adalid mesiánico que guía a sus mesnadas en contra de lo malo, se volvió precandidato, y en seguida candidato presidencial, conforme al plan.
Mientras tanto, la federación, y Hacienda en específico, así como la figura de Duarte, a modo de musas motivadoras, habrán sido el recurso que dio proyección a la imagen de Corral, en tanto que Chihuahua se le deshace entre las manos.
Además de los saldos macabros de un gobierno que resultó funesto para quienes le permitieron con su voto a un desequilibrado como Javier Corral llegar al poder, como otro estorbo en las desmedidas ambiciones presidencialistas de Javier Corral para las cuales el pueblo de Chihuahua no fue más que un conveniente trampolín político está la presunción de que detrás del asesinato de la periodista Miroslava Breach estuvo Javier Corral como autor intelectual y encubridor, algo de lo cual articulistas de reconocido prestigio como Alvaro Delgado (el cual le dió a conocer a México la infiltración activa en la política mexicana con el ascenso del PAN a la presidencia de México de una poderosa organización encubierta de extrema derecha, la Organización Nacional del Yunque) están cada día más convencidos ante la creciente cantidad de evidencias que apuntan hacia un encubrimiento que solo pudo haber sido ordenado desde las más altas esferas del gobierno por el mismo gobernador de Chihuahua y por nadie más. Vale la pena reproducir aquí la respuesta proporcionada por Alvaro Delgado al Blog del Narco a un furioso desmentido hecho por el PAN en Chihuahua en relación a un artículo publicado en el portal de la revista Proceso el 7 de noviembre de 2017 con el encabezado “Caso Breach: Corral solapa narcopolítica del PAN”:
Señor director:
Es extraño que dos meses después de que publiqué el artículo “Caso Breach: Corral solapa narcopolítica del PAN”, en el portal del semanario Proceso, el presidente estatal de este partido, Fernando Alvarez Monge, envíe una carta sólo para defender a dos de sus militantes y a su jefe político, el gobernador Javier Corral.
Se publicó mi artículo el 2 de noviembre, no el 7, como erróneamente dice Alvarez Monge en su carta, cuando Corral estaba paralizado por el asesinato de Miroslava Brench y la impunidad del caso acumulaba más de ocho meses.
Por eso lo escribí, porque Corral se comprometió a esclarecer el asesinato de su “amiga”, como él mismo me lo dijo en entrevista publicada en Proceso, y fue él quien afirmó también que los autores del homicidio eran “narcopolíticos”.
Mi artículo se nutrió de información pública y también de lo revelado en el reportaje de Olga Aragón publicado en Proceso, el 28 de octubre, en el que se citan testimonios de personas que identificaron las voces de panistas que presionaron a Miroslava Breach y a Patricia Mayorga, corresponsal del semanario, para que revelaran las fuentes de sus reportajes sobre narcopolíticos postulados en las elecciones de 2016.
“–¿Quiénes son esos panistas cuyas voces ustedes reconocieron?
“–Alfredo Piñera Guevara (titular de Comunicación Social del PAN en el estado) es uno de ellos –dijo uno de los testigos, que como los demás solicitó omitir su nombre.
“Otra voz, revelaron, es de Mario Vázquez, entonces dirigente estatal del PAN y actualmente director de Servicios Públicos Municipales en la administración de la panista María Eugenia Campos Galván, en la Ciudad de Chihuahua”.
Sobre este reportaje nadie, ni los involucrados ni Alvarez Monge, emitió ninguna postura. De hecho, ni el propio Mario Vázquez sabía de esa publicación, como me lo dijo en una conversación telefónica que sostuve con él un mes después de publicado mi artículo sobre –subrayo– la impunidad del crimen.
Y la respuesta a mi artículo fue una retahíla de insultos en mi contra publicada en “Cambio 16”, un pasquín de Corral, cuyo gobierno –hay que puntualizarlo– no ha esclarecido completamente aún el asesinato de Miroslava Breach.
Según la información en el juicio, ha quedado clara la implicación de Piñera Guevara y del exalcalde panista de Chínipas, Hugo Amed Schultz Alcaraz, al menos como “mensajeros” de narcotraficantes, no así, hay que decirlo, del exdirigente estatal del PAN Mario Vázquez.
Alvarez Monge niega que el comité estatal del PAN en Chihuahua, “incluyendo su dirigencia y sus funcionarios partidistas”, tenga o haya tenido cualquier tipo de relación, vínculo o trato con personas o situaciones relacionadas al crimen organizado o personas que actúan fuera de la ley.
Eso se sabrá, en definitiva, hasta que las investigaciones concluyan sin ningún margen de duda.
Alvaro Delgado
Bueno, las investigaciones en Chihuahua narcoestado en el caso del asesinato de Miroslava Breach ya concluyeron, con una “verdad oficial” que casi nadie cree, una verdad oficial que solo refleja la impunidad bestial con la que se puede procurar e impartir justicia en un estado regido por un virtual dictador contra el cual no existe recurso de apelación posible porque su palabra es ley. Sobre todo en un narcoestado.
Fiel a los llamados del estado de Sinaloa en donde tiene su centro nacional de actividades uno de los más poderosos cárteles de la droga del continente americano, y sin tratar de cubrir o al menos tratar de disimular las apariencias, el yanqui texano Javier Corral ha continuado viajando al estado de Sinaloa para continuar disfrutando de los placeres de la vida custodiado las 24 horas del día por un pequeño ejército de “guaruras” al mismo tiempo que Chihuahua se hundía con 200 ejecuciones, la gran mayoría de ellas relacionadas con actividades propias del crimen organizado, esto además de aprovechar su tiempo en Sinaloa para entrevistarse con gente importante y arreglar a espaldas de los chihuahuenses ciertos asuntos que se pueden tratar mejor en Sinaloa que en Chihuahua.
Al cumplirse dos años del nefasto gobierno del yanqui texano Javier Corral, con miles de secuestrados y ejecutados a lo largo y ancho del estado de Chihuahua y las actividades del narcotráfico floreciendo por doquier, prevalecía ya una percepción de que el gobernador Javier Corral tenía metidas sus manos hasta el fondo en este asunto, como podemos verlo en la siguiente nota alusiva a la manera en la cual el gobernador Javier Corral y sus incondicionales se les hizo fácil echarle la culpa a los medios de comunicación por la violencia desbordada en el estado de Chihuahua:
Son leña de pirul y culpan a los medios
LA COLUMNA de El Diario
Domingo 16 de Septiembre de 2018
Errático e incompetente ha sido el tránsito del régimen estatal panista en materia de seguridad. Del discurso bravucón e impostado de Javier Corral, su shorts de corredor, la playa, sus mascotas y el green para el golf, no ha pasado a los hechos.
Enfrenta Chihuahua una situación verdaderamente grave, con cifras de terror y una coordinación interinstitucional nula que hoy hace crisis como nunca. De nuevo el equipo de Corral en la Policía operativa y la investigadora han sido acusadas de sostener ligas con el narcotráfico.
El Ejército, otrora prudente y silencioso, no tuvo de otra. Primero en la confidencia de una reunión privada y luego en público, ha salido a enmendar la plana del fiscal general, César Peniche y del titular de la Comisión Estatal de Seguridad, Óscar Aparicio. Fueron puestos en su lugar.
En la llamada caja de resonancia del estado, la ciudad de Chihuahua, órganos empresariales como Coparmex y Canaco, hablan de insensibilidad y de ingobernabilidad por parte del Estado en materia de seguridad. Imposible desmentir lo que ocurre.
Inauditas las declaraciones del jefe de la Guarnición en Juárez y del jefe de la Quinta Zona Militar en Chihuahua. Uno dijo a empresarios que no tienen confianza en los estatales por posibles ligas con el narcotráfico. El otro señaló que el gobernador ha rechazado cubrir los conductos protocolarios para solicitar a la Secretaría de Gobernación el apoyo de Sedena. Antes que nada la soberbia del mandatario.
Previsible también pero ridícula y simplista la posición de Aparicio. Culpa a los medios de comunicación de ser los generadores de la violencia, un lugar común que ya habíamos escuchado. ¿También echará la culpa a los organismos empresariales?
Ante la incapacidad para enfrentar el problema de la violencia, es atractivo culpar a los periodistas. También cobarde al desviar la atención hacia el gobernador: los medios le pegan a Aparicio porque la finalidad es golpear al gobernador. Cinismo descarado que sólo Corral compra en su también infinita ingenuidad sobre el mundo del crimen organizado.
El gobernador, Peniche y Aparicio, no sólo son malos para disimular cuando arman acuerdos con el bajo mundo delictivo, sino son incapaces de que tales negociaciones al menos no produzcan afectación a los chihuahuenses. Dicho en letras de la vernácula canción ranchera, “son como leña de pirul que no sirve ni pa’rder”.
Todo en perjuicio y detrimento de cientos de chihuahuenses que han sufrido en carne propia el cáncer de la violencia. La población ha sido abandonada a su suerte.
***
Son días cruentos por las muertes que se acumulan en la estadística. Un mes supera al otro en homicidios dolosos con arma de fuego, ante la mirada impávida del jefe del Ejecutivo que se entretiene modificando estructuras y golpeando a la base panista de su Gobierno, pero que descuida en lo esencial las tareas de seguridad.
Una de esas tareas es precisamente la coordinación con la Federación, que permanece rota por necesidad. Corral en su afán obsesivo por la corrupción ajena –nunca por la propia– lanza improperios a diestra y siniestra.
Del presidente de la República al secretario de Gobernación, y más allá. No deja títere con cabeza. Para todos tiene un adjetivo despectivo. Se le olvida que es autoridad, y que requiere por necesidad, el apoyo de la Federación en tareas de inteligencia, fuerza policial y armamento.
Rota la coordinación se acaba el apoyo y la confianza. No es extraño que se hayan ventilado en la reunión con empresarios las sospechas de colusión de Aparicio y Peniche en el tema de crimen organizado.
Más aun, cuando la estrategia de desmantelar las corporaciones policiacas municipales bajo el pretexto de recuperar la seguridad, con sendos decretos demagógicos expedidos por el gobernador, el 80 y el 86 diagonal 2017, más bien parecieran argumento para asumir control pleno del territorio estatal, sin intervención de nadie más. Los lucrativos corredores delictivos de la entidad para ellos solitos.
Fue una decisión que ha incendiado los pueblos en los que se ha adoptado, como Nuevo Casas Grandes, Gómez Farías, Zaragoza, Madera o Cuauhtémoc. Comunidades en las que no hay más ley que la delincuencia organizada, y donde los agentes estatales, en el mejor de los casos, se esconden para permitir la operación del crimen. Y en el peor, mueren emboscados ante la falta de oficio e insensibilidad de sus jefes, que ya ni siquiera acuden a los funerales, y se limitan al “permaneceremos firmes” o al “no quedarán impunes”.
De mal a peor los casos de homicidios, secuestros y otros delitos.
Pero más aún el deterioro absoluto de la confianza. De plano el alcalde Carlos Tena, la tuvo que soltar directa: teme por su vida y pide la remoción del mando a cargo de la Comisión Estatal de Seguridad en dicho lugar, que a la vez es el director de Seguridad Pública Municipal.
Incluso ya presentó la solicitud por oficio. La lógica del munícipe es clara: él es el responsable de la seguridad y quiere tener gente de su confianza. No desea volver a recibir amenazas ni que le roben 348 mil pesos por concepto de hotel, que resulta no debió pagar la anterior administración municipal, y que al parecer, alguien se echó a la bolsa.
Condiciones delicadas en las que solicitan Peniche y Aparicio armas de alto poder para enfrentar al crimen. Otro pretexto. Quieren granadas de 40 milímetros o Barret .50. Tuvo que salir el comandante de la Quinta Zona Militar, el general Ricardo Fernández, para ponerlos en su lugar, porque se trata de armas que los civiles no están preparados para manejar, por una parte; por la otra, los calibres manejados por los policías son más que suficiente, AR-15 de munición .223 y nueve milímetros.
Medidas desesperadas, sin ton ni son, ante la angustia –momentánea, de Palacio al green– de que ya pasó media administración y las palabras huecas de campaña chocan con la realidad.
En este contexto, repetimos, la salida es muy sencilla: hay que culpar al mensajero. Sin rubor ni tapujo alguno. Óscar Aparicio la soltó con todas sus letras: los medios de comunicación son los responsables de la inseguridad.
Entre empujones de sus guaruras, la prensa deseaba a media semana una postura de la autoridad ante los hechos de violencia y falta de coordinación. Fue un evento en el CBTIS 114, de esos eventos para la foto amable y el discurso esperanzador. La nota de color.
Pero, de acuerdo con el alto funcionario policial, los medios no sólo generan la violencia con sus publicaciones, sino que –irresponsable declaración– lucran con ella, buscando provocar una sensación de inseguridad.
Aparicio se olvida que los medios de comunicación simplemente son reflejo de lo que acontece en la vida real, no en los sueños de grandeza del patrón Javier Corral.
Esa realidad, cruda realidad, es la de Gael, que en un hospital en El Paso, pide ayuda para operarse y recuperar su riñón.
A su escasa edad, el pequeño sufrió una herida de bala en un restaurante de Ciudad Juárez cuando comía con su familia. Hoy requiere 15 mil dólares para enfrentar gastos.
Él no necesita discursos, necesita ayuda económica, porque la incapacidad del Estado para garantizar su seguridad, y posterior atención, lo tienen postrado en una cama con la ilusión de vivir, pero abandonado a su suerte, ante un gobernador cada vez más superfluo, cada vez más banal.
El mismo día que apareció publicado lo anterior se imprimió otro editorial que habla sobre el cinismo y la desfachatez con la cual un gobernador Javier Corral con presuntas alianzas y pactos con un cártel importente de tráfico de estupefacients trata de lavarse las manos siguiendo el ejemplo de Poncio Pilatos echándola la culpa a otros y a todos los demás de no hacer una tarea que debería haber sido desde 2016 una responsabilidad y obligación de tiempo completo de un gobernador limpio y honesto sin nexos con el crimen organizado:
Corral 'se quita la barra'
Francisco Ortiz Bello, Analista
Domingo 16 de Septiembre de 2018
Con la mano en la cintura y sin el menor rubor, el jefe del Ejecutivo estatal, por sí mismo o a través de terceros, reparte culpas y responsabilidades a diestra y siniestra. Para él la seguridad pública, el repunte de ejecuciones violentas, la falta de condiciones para la inversión privada y otros temas de igual relevancia, no son su responsabilidad. Es responsabilidad de todos menos de él.
Ha dicho el gobernador, y en eso debemos aceptar que ha sido congruente y persistente desde el inicio de su mandato, que la culpa de todo lo que ocurre en Chihuahua actualmente la tiene César Duarte y todo su gabinete de funcionarios, o la tiene el Gobierno federal que no viene pronto en su apoyo, o, ya en el colmo de los absurdos la tenemos los medios de comunicación.
El gobernador piensa, y lo dice sin recato alguno que los más oscuros nubarrones auspiciados desde la más tenebrosa y malévola de las conspiraciones se cierne sobre su Gobierno, porque todos, todos, los que criticamos su actuar, no somos más que aves de mal agüero que sólo deseamos que le vaya mal, y por eso no comprendemos su “forma de gobernar”.
El pasado viernes, luego de sendas reuniones sobre el tema de seguridad, el gobernador afirmó que “…el estado de Chihuahua no tiene la capacidad para combatir a los organismos del crimen organizado, y –recalcó– el abandono que tiene la Federación que no ha querido asumir la responsabilidad de estos grupos que generan el 80 por ciento de los homicidios que se registran en el estado”.
Días antes, el comisionado estatal de Seguridad Pública, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, culpó a algunos medios de comunicación –sin precisar cuáles– de generar el clima de inseguridad, al publicar eventos que no ocurren, dijo el funcionario en su irresponsable declaración.
Yo le pediría al señor Aparicio que vaya y les diga eso a los familiares de los asesinados por grupos del crimen organizado. Que vaya y les diga “las muertes de sus familiares no ocurrieron, todo es invento de los medios de comunicación”. A ver qué le dicen…
Sin embargo, no es la primera vez que altos funcionarios del gabinete estatal cometen ese tipo de desaciertos. No es la primera vez que sueltan declaraciones tan irresponsables y temerarias, porque si el mismo gobernador lo hace cada que se le ocurre, nada le impide a sus colaboradores seguir sus pasos.
¡Vaya manera de quitarse la barra! El señor Aparicio dijo en una entrevista que –cito textual–: “Muchos medios, no todos por supuesto, se han dedicado a un golpeteo político, a ver el tema de la inseguridad como la oportunidad de sacar una remuneración económica, eso nos ha provocado varios ataques que hemos tenido en el Gobierno del Estado”.
Para luego rematar: “Este tipo de medios que no son serios, que se dedican a querer extorsionar al estado (¿?) lo que están provocando es una atmósfera, una percepción a los ciudadanos de algo que realmente no está pasando”… de algo que no está pasando, dijo. Insisto, que le diga a los familiares y amigos de todos quienes han caído sin vida bajo por las balas de los grupos del crimen organizado, a ver qué le dicen.
Esta entrevista la dio el funcionario estatal para un canal privado de televisión que, por cierto, funge mejor que la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado, y en la que no tuvo reparo alguno en hacer señalamientos temerarios y tendenciosos.
Señor Aparicio, sólo le recuerdo que los medios de comunicación publican todo lo que ocurre, esa es su función, esa es su tarea, esa es su razón de ser, de existir, no hay otra. Usted debería hacer lo mismo: cumplir sus obligaciones.
Un par de días después de esa entrevista, y luego de las reacciones que generó con sus declaraciones, el titular de la CESP quiso matizarlas, puntualizando que “sólo algunos medios generaban esa inseguridad”, aunque se negó nuevamente a precisar cuáles son esos “algunos”, pero lo cierto es que en la entrevista al canal de televisión dijo “muchos medios”, y ahí esta la grabación para quien tenga duda de lo que dijo. El tema delicado aquí es que, al igual que cuando lo hace el mismo gobernador, siendo ellos altos funcionarios públicos, a cargo de la gobernabilidad del estado, cuando hacen un señalamiento de esa naturaleza debería venir acompañado de las pruebas respectivas, de las denuncias correspondientes porque no se vale señalar nada más por señalar.
Pero qué se le puede pedir a un funcionario como el señor Aparicio, que no comprende ni la “O” por lo redondo en el tema de los medios de comunicación y su funcionamiento, y menos cuando su propio jefe, el gobernador del estado, se la pasa ninguneando y hostigando a periodistas y medios de comunicación que no se pliegan a sus deseos, que no publican lo que él quiere que publiquen.
Por eso mismo, no es de extrañar a nadie que el mandatario estatal reparta culpas de sus responsabilidades como quien reparte globos en una fiesta, alegre y desenfadadamente. Y en esa repartición no se escapa nadie.
Recientemente, Corral ha tenido diferendos y controversias con los mandos militares en Chihuahua y en Juárez. Primero, acusó el Ejército de no colaborar en las tareas de seguridad contra los grupos del crimen organizado, principalmente en la zona serrana de la entidad, y luego, hasta los acusó de ser completamente omisos en esa responsabilidad.
Sin embargo, de inmediato, el general brigadier Fernando Gómez, comandante de la Guarnición Militar en Ciudad Juárez, señaló el pasado viernes que el gobierno de Javier Corral no ha seguido los protocolos para solicitar ayuda militar. Aseguró el militar que esa es la razón por la que no trabajan en conjunto con la Comisión Estatal de Seguridad en tareas de combate a la delincuencia, no obstante eso no quiere decir que ellos no realicen su trabajo.
Pese a todo, las quejas y demandas de Corral se caen por sí solas. Hace sólo algunas semanas un grupo de élite de la Marina y el Ejército mexicano capturaron a “El 80”, peligroso capo del narco que asolaba la región serrana. ¿Hay o no hay participación de las fuerzas armadas mexicanas en Chihuahua?
Es por demás. Corral sólo clama a los cuatro vientos que alguien venga y asuma sus responsabilidades como gobernador del estado. Y para ello no tiene miramiento alguno para depositar en otros las obligaciones que debería estar cumpliendo desde que rindió protesta al cargo.
El gobernador sólo quiere atender a sus perros y gatos, jugar golf o tenis y tener reuniones agradables con sus amigos. ¡Ah! Y organizar carreras, maratones y competencias ciclistas. Con eso él es feliz. No necesita más. Aunque los chihuahuenses lo hayan elegido para gobernar el estado, para tomar decisiones y acciones que resuelvan nuestros principales problemas.
No. Definitivamente Javier Corral Jurado no está hecho para gobernar. Lo suyo lo suyo lo suyo es la tribuna legislativa, el parlamento, la “socialité”, la bohemia fina con sus amigos intelectuales de la Ciudad de México, copas de vino en La Condesa, juguetear con sus mascotas y más recientemente las nuevas aficiones adquiridas en su etapa de alto mandatario: el golf y el tenis. Pero de gobernar ¡ni hablar!
Y quizá lo estamos juzgando en exceso. Cada uno tenemos habilidades distintas, unos para determinadas actividades otros para otras, pero no tenemos por qué tener determinadas habilidades obligadamente. Javier Corral no tiene habilidades, capacidades ni destrezas para gobernar, tampoco las ha desarrollado en estos casi dos años. Así que no habría porque exigirle al señor lo que no tiene.
Apenas el viernes pasado hizo cambios en su gabinete que son sólo la cereza del pastel de todo lo que he escrito aquí. Hizo cera y pabilo de la Secretaría General de Gobierno. Nombró como titular de la Subsecretaría General de Gobierno en la Zona Norte a Luis Fernando Mesta Soulé, pero reubicó la posición (y a su titular por supuesto) en la capital del estado. Será pues la Subsecretaría de la Zona Norte, pero con sede en la capital.
Sin embargo, deja en la frontera a Mario Dena como su representante (que formalmente debe ser el subsecretario de la Zona Norte), asignándole un nuevo cargo dentro de la estructura de gobierno: la Coordinación Ejecutiva del gabinete de funcionarios de gobierno en la frontera.
Lo dicho, no hay idea. Apatía, desorganización, falta de visión, desconocimiento, incompetencia, soberbia y, por si fuera poco, una gran desvergüenza para culpar de todo a todos, menos aceptar su responsabilidad. Y así llevamos ya casi dos años, y así igual seguramente transcurrirán los siguientes tres ¿a dónde iremos a parar?
Todo esto sucedía cuando no habían transcurrido ni siquiera tres meses de que el pueblo de Chihuahua le puso en las urnas el domingo 1 de julio de 2018 una soberana paliza al Partido Acción Nacional quitándole la mayoría aplastante de la que gozaba en el Congreso estatal y dándole un alud de votos a otro partido que ni siquiera era el adversario tradicional del PAN, el partido Morena de Andrés Manuel López Obrador (históricamente hablando se trató de la primera ocasión en la que por vez primera la izquierda tuvo un avance significativo rompiendo el esquema bipartidista PRI-PAN); mientras que en Ciudad Juárez las ambiciones para la alcaldía municipal del que fuera representante del gobernador Javier Corral en Ciudad Juárez, Ramón Galindo, quedaran sepultadas relegándolo a un distante tercer lugar y yendo también la mayoría de votos de los juarenses a favorecer no al PAN sino al candidato independiente Armando Cabada y a Javier González Mocken del partido Morena. Y por cierto, al admitir su terrible y dolorosa derrota, Ramón Galindo tratando de despertar compasión y lástima hacia su persona en la ciudadanía que la repudió afirmó categoricamente que no regresaría al gobierno estatal. Mintió, desde luego, al igual que lo hacen todos los demás funcionarios estatales siguiendo el mal ejemplo de su jefe máximo Javier Corral, porque más tardó en hacer tal afirmación que en anunciarse su regreso al gobierno del yanqui texano Javier Corral, como Subsecretario de Desarrollo Social. En realidad, el corralista Ramón Galindo no tenía absolutamente nada que perder en las elecciones de 2018 porque si perdía sabía que tendría algún puesto importante y seguro con el yanqui texano Javier Corral. Solo que no esperaba perder, y menos en la forma tan catastrófica en que la gente lo repudió en las urnas repudiando con ello a su padrino político y mecenas Javier Corral.
Empiezan a aparecer las primeras pruebas concretas
Ya para medidados de 2018, al cumplirse dos años de la terrible administración del yanqui texano Javier Corral, y gracias a la guerra entre cárteles contrarios empezaron a aparecer lo que parecen ser pruebas más duras y concretas revelando una estrecha complicidad de cierto cártel de drogas con gente nombrada en altos puestos de seguridad por el mismo Javier Corral, posiblemente como resultado de los acuerdos a los que haya llegado en sus constantes visitas al narcoestado de Sinaloa:
Narcomantas evidencian relación de jefes policiacos estatales con cártel
El Diario de Juárez
Viernes 21 de Septiembre de 2018
Dos mantas con mensajes alusivos a la relación probable que existe entre delincuentes y altos mandos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) fueron dejadas en distintos puntos de la ciudad de Chihuahua, durante la madrugada.
Una de ellas fue localizada en el paso elevado del Periférico de la Juventud y Politécnico.
En los mensajes signados por el Nuevo Cártel de Juárez se menciona a cuando menos tres mandos del grupo delictivo gente nueva que tienen supuestos arreglos con el titular de la Comisión Estatal, Oscar Aparicio Avendaño y cinco comandantes más.
Señalan las mantas que ellos, los comandantes de la CES y tres narcos identificados como Francisco Arvizu Márquez 'El Jaguar'; Elmer Córdoba Torres 'El Plumas' y Martín Siqueiros el 'Tin Tin', son los culpables de que los grupos delictivos hayan crecido y mantengan altos índices de violencia en varios municipios del sur de la entidad y la zona serrana.
Amenazan con eliminar a los elementos de la CES que apoyen a la Gente Nueva y termina firmada por el.grupo delictivo mencionado.
Esta es una de las narcomantas:
Cuando un gobernante corrompido hasta la médula de los huesos, sin ética ni valores morales, cínico y desvergonzado hasta el tope, y con dos hermanos con antecedentes previos en el mundo del narcotráfico, desvergonzadamente hace pactos con cierto cártel de la delincuencia organizada, los cárteles contrarios que no son los favorecidos con tales pactos verán amenazada su propia existencia y supervivencia al estar fuera de tales pactos, y lucharán con todo derramando cadáveres, sangre, dolor y lágrimas por doquier. Esto explicaría a la perfección el auge desproporcionado en la violencia. Esto parece ser lo que sucedió en Chihuahua cuando Javier Corral empezó a gobernar Chihuahua, todas las espectaculares ganancias logradas en materia de seguridad por el gobernador César Duarte y su fiscal Jorge González Nicolás se fueron al caño del drenaje. Como el gobernador César Duarte (hasta donde es posible saberlo) jamás hizo pacto alguno con ningún cártel, al menos todos los cárteles sentían que tenían el piso parejo y moderaban sus enfrentamientos. Pero al empezar su gobierno Javier Corral, la cosa se salió completamente fuera de control, y la más probable causa está a la vista.
Los altos mandos policiacos citados en las narcomantas son gente que fue puesta en tales posiciones por órdenes directas emanadas del mismo gobernador de Chihuahua, el yanqui texano Javier Corral. Se supondría que con los altos índices delincuenciales y elevados números de narcoejecuciones, la aparición de este tipo de narcomantas sería razón más que suficiente para relevar a estos individuos de sus puestos y pedir a la PGR una investigación en contra de los mismos mandos, con la posibilidad de remitirlos a una prisión federal en caso de comprobarse los nexos. Pero no ocurrió ni lo uno ni lo otro. ¿Y cómo habría de ocurrir tal cosa, sin tocar para nada al que los puso en tales posiciones?